viernes, 25 de mayo de 2007
A PROPOSITO DE LA CONSTRUCCIÓN DE LAS NUEVAS INSTALACIONES EDUCATIVAS.
El profesor ANTONIO PEREZ ESCLARÍN, cuenta una historia acerca de la escuela alejada de la vida, que yo quiero recrear con unos elementos cercanos a la comunidad Castellana a propósito de las magníficas instalaciones de lo que ha de ser el nuevo Colegio, o la nueva institución Educativa de Castilla la Nueva.
Cuenta el profesor que “tumbaron la vieja escuela y en su lugar levantaron una escuela modernísima y preciosa. Construida con materiales costosos, el lujo y la elegancia brillaban por todas partes: No le faltaba nada: laboratorios, biblioteca, centros de orientación…… sin embargo los estudiantes languidecían de aburrimiento y se sentían extraños, como en una jaula dorada.
El director no podía ocultar su desconcierto pues estaba convencido de que la antigua apatía de los estudiantes se debía a las pobres condiciones de la vieja escuela y pensaba que, en la nueva todo iba a cambiar.
Un día visitó la escuela un sabio pedagogo quien, tras, escuchar la queja del director, lo llevó a una estación de trenes que contaba con todos los adelantos tecnológicos y era una obra maestra pero tenía un único y gravísimo problema, la habían construido lejos de las vías. Por allí no pasaba ningún tren.
Todo muy bonito y moderno- dijo el director- ¿Pero para qué sirve una estación lejos de los trenes?
Ahora unos sorbitos de sabiduría: dirigidos a nuestros lectores, ojalá que esté incluyendo aquí a los estudiantes y profesores.
Solo es posible educar para la vida si los programas, los contenidos forman parte de la realidad y en la vida cotidiana de los estudiantes, su familia, su barrio, su pueblo, su país.
La auténtica planificación parte de la experiencia, saberes, sentimientos, y necesidades de los estudiantes, de tal forma que se sumerja la práctica escolar, en la práctica social cotidiana de sus vidas.
Hago una vez más un llamado a las autoridades, clase dirigente, padres de familia y comunidad en general, a revisar sus actitudes y comportamientos, para establecer si estos constituyen ejemplo digno de imitar y transmitir a los niños y jóvenes que cursan estudios en nuestros planteles.
Escribo esto, porque son varios los padres de familia que se quejan, se expresan muy mal de la Institución Educativa del Municipio, uno sabe que sus comportamientos y ejemplos brindados en casa no son los mejores, resulta entonces fácil criticar, aquí lo difícil es aportar acciones o al menos ideas para mejorar lo que se denomina "Calidad Educativa" esta no es exclusiva de los educadores, aquí está en juego el compromiso del estado, el compromiso de la familia y del propio estudiante ¿Qué nos ganamos con unas bonitas instalaciones físicas si la secretaría de Educación del Departamento a quien le corresponde el nombramiento de los profesores no lo hace?
¿Como mejorar la calidad de la educación si por ahorrar dinero para invertirlo en la guerra, se acomodan en un aula de clase 50 o más estudiantes?
¿Cómo entregar una educación de calidad si muchos estudiantes asisten al plantel a regañadientes? Seguramente porque no tienen la suficiente motivación por parte de sus padres, respecto de su proyecto de vida, o porque la realidad vivida en la institución lleva al tedio, al aburrimiento, cuando deben permanecer dos o más horas sin profesor, es ahí donde desbordan toda la energía para la llamada recocha o patanería, siendo paganos los pupitres, muebles, paredes y en general los bienes que la institución coloca para su bienestar, porque ellos entienden que es la mejor manera de partirle el cuello al aburrimiento.
Los invito a reflexionar muy seriamente sobre este tópico, no sea que de tanto echarle el agua sucia a los educadores y a la Institución, los estudiantes se coman el cuento, con las consecuencias que ello implica.
No se trata de responsabilizar a alguien en particular, lo que me propongo es despertar en todos y cada uno de nuestros lectores, una gran toma de conciencia sobre la cantidad de elementos y voluntades que se deben reunir para hacer exitosa la educación.
Ya hemos hablado bastante, ahora a trabajar para que la educación de nuestros hijos sea exitosa.
Hagamos un frente común con la Institución en ese propósito de “Cultivar Calidad humana”.
Norte que señala el Proyecto Educativo Institucional, y todos estaremos satisfechos de los proyectos de vida que construirán nuestros hijos.
Con mi profundo aprecio por la sociedad Castellana.
Lic. ALBERTO MOSQUERA HERNANDEZ
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